lunes, 25 de marzo de 2013

Wolverine #1 (Marvel NOW!)


Hasta hace unos pocos años Lobezno era un caso muy especial. Mientras que de puertas para fuera, para el gran público, los personajes bandera de Marvel Comics eran otros más clásicos como Spiderman, si hubiéramos hecho encuestas entre los fieles lectores marvelitas seguro que Lobezno habría salido en los primeros puestos. Ahora la cosa ha cambiado. Con el nuevo siglo vino un tipo llamado Hugh Jackman que puso al mutante canadiense en boca de todos. No en vano, el actor australiano ha interpretado ya a Lobezno en cinco películas. Dos en solitario más la primera trilogía cinematográfica de la Patrulla-X. A lo hay que sumarle un cameo en X-Men: Primera Generación y un papel en X-Men: Días del futuro pasado cuya extensión e importancia está aún por ver. Sólo Robert Downey Jr. y su Iron Man se acercan a esas cifras. Así pues, si ya en esta última década la ubicuidad de Lobezno en los cómics ha sido notario y harto comentada, estaba claro que eso no cambiaría con la llegada de Marvel NOW! Todo lo contrario, su omnipresencia se ha ampliado aún más si cabe. Si hacemos un barrido rápido por los cómics que Marvel sacará a la venta en Junio, vemos a Lobezno hasta en 9 portadas. Y es que a esa presencia suya en diversas series grupales se le han sumado dos series regulares en solitario: Savage Wolverine y Wolverine. De la primera, escrita y dibujada por Frank Cho, ya tuvimos reseña en su día, con un resultado no demasiado sobresaliente. Y tampoco traemos hoy excelentes noticias para Logan.

Y es que si Lobezno ha aparecido y aparece en tantas series regulares no es simplemente por razones comerciales. Si a un guionista le asignan una serie de los Vengadores o de la Patrulla-X hoy día… ¿Quién sería su primera elección? Históricamente, Logan ha proporcionado un contrapunto en sus relaciones con otros héroes que muy pocos personajes pueden prestar. Él es distinto. Y no distinto porque tenga un poder u otro o porque vista de rojo o amarillo. Es distinto porque tiene una personalidad arrolladora. Distinto porque no lucha por limpiar las calles de su ciudad o su barrio, distinto porque las reglas que otros siguen a pies juntillas él se las salta a la torera. Distinto porque sus historias de amor son tan trágicas como reales. Y hablando de poderes mutantes….quizá sí sea también su poder lo que le hace más cercano a todos los lectores. Y es que al fin al cabo, si quitamos las garras…sólo se cura más rápido que nosotros. Parece la mutación más realista de todas. En fin, a lo que iba. Lobezno es diferente y por eso triunfa tanto en cualquier ambiente. Pero para que triunfe, su guionista ha de entender por qué es diferente. Y de momento, Paul Cornell no parece haberlo entendido del todo.


En este primer número… ¿qué nos ofrece el que fuera hasta hace poco guionista de Stormwatch y Demon Knights en DC Comics? El cómic empieza con las páginas que véis en la previa, con la acción ya comenzada y en medio del lío. Es un recurso narrativo que no sólo vemos a menudo sino que en Marvel NOW! ya ha sucedido en bastantes ocasiones. Aunque en este caso, a Cornell se le agradece que no vuelva para atrás mediante flashbacks comiéndose la mitad de su número. Aquí el guionista recurre a una trama lineal y que explica por sí sola qué es lo que ha sucedido para que Lobezno se encuentre en medio de un centro comercial lleno de cadáveres. El misterio que centrará la atención del lector en este primer número es saber por qué un padre de familia normal se hace de repente con un arma poco convencional y extermina a decenas de personas mientras iba de compras. Saber de dónde ha salido el arma y si alguien o algo estaba manipulando al asesino, eso tendrá que descubrir Lobezno. Bueno, no parece algo demasiado original para tratarse de la franquicia mutante. Centrémonos en Lobezno entonces. Vaya, ahí encontramos otro problema. Por un lado el guionista parece haberse esforzado demasiado para que posibles nuevos lectores conozcan la mutación de Logan y cómo son sus huesos de adamantium pero por otra se le ha olvidado definir mejor al personaje. Mientras  a lo largo de la historia tenemos una prueba tras otra de lo bien que funciona su factor curativo (demasiado bien, podría decirse), pocas pruebas tenemos de que éste sea el tipo que vemos en otras series. Y claro, resulta del todo llamativo porque aquí está el sólo. Es su serie. ¿Dónde si no deberíamos conocer a fondo a Logan y su idiosincrasia?

 Wolverine parece creada para explotar el lado más superheroico de Logan, de hecho, él mismo lo dice en la primera página: “Soy un superhéroe”. Es decir, no parece que ésta sea el tipo de serie en la que le veremos sentado en la barra de un bar fumando un puro y tomando una jarra de cerveza. Vale, es una serie de superhéroes. De acuerdo con eso. Pero…¿qué distingue a éste del resto?. Bueno, pues por lo visto hasta ahora, bien poco. Ya que la trama no parece tener nada que ver en lo personal con el protagonista, algo mal está haciendo Paul Cornell cuando la presencia de Lobezno en el cómic casi podría ser reemplazada por la de cualquier otro. Le falta carisma, le falta rabia. Aunque si vemos algún retazo aquí y allá que puede apuntar a una mejoría en el futuro, así que no todo son malas noticias. Lo que sí es una buena noticia es Alan Davis. Poco puede decirse a estas alturas de este dibujante, que se ha ganado un sitio en el Salón de la Fama de los Superhéroes por méritos propios. Davis domina de forma exquisita la narrativa de sus páginas y lo que es mejor, ofrece igual dosis de expresividad y espectacularidad. Y este primer número da buena muestra de ambas. El aspecto de Lobezno es inmejorable. Fuerte, peludo…imparable. Sin duda los mejores momentos de este comic los recordamos gracias a Alan Davis. Lobezno destripando un coche, Lobezno atrasándose entre una multitud de huesos humanos… 

 En definitiva, si únicamente fuera por el guión, Cornell nos da tantas razones para continuar como para dejarlo. Pero por Alan Davis yo haría el esfuerzo de seguir leyendo y averiguar que tiene planeado el guionista. Está claro que será algo que aquí no llegamos a vislumbrar, pero quizá debió haber plantado más pistas o haber acabado con un momento más dramático que nos pidiera a gritos seguir leyendo. Lobezno debería ser una serie diferente, pero por el momento no lo es.

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