lunes, 28 de enero de 2013

Ella Mahé


La publicación del cuarto y último álbum de "Ella Mahé" completa con cierta decepción la historia que el matrimonio Charles (Jean Francois y Maryse) han elaborado con la colaboración de 4 dibujantes más : Taymans, Carin, Goempfert y Simon. Los cuatro álbumes conforman un único relato, que narra como una jóven restauradora de manuscritos antiguos (la Ella Mahé del título) entra casualmente en contacto durante un viaje a Egipto con la leyenda de una misteriosa curandera de la época faraónica (apodada "La que no tiene Nombre") por cuya no localizada tumba parecen estar muy interesados algunos personajes de intenciones dudosas.

Al tiempo que Ella, en el tiempo presente,rastrea más bien accidentalmente la pista de la mítica curandera (es la parte de la historia dibujada por los Charles), en cada uno de los 4 álbumes se muestra un amplio flashback (dibujado por un autor diferente de los 4 mencionados) en el que se rememora la huella pasada de La que no tiene Nombre a través de cuatro personajes de 4 períodos diferentes : un arqueólogo de principios del siglo XX, un ingeniero que participó en la construcción del canal de Suez, un caballero medieval y, finalmente,la propia curandera en la época del faraón Atón. Se trata por tanto de una mezcla de aventura exótica con recreación histórica.

En los tres primeros álbumes la trama discurre bastante bien, por lo que se leen con agrado e interés, pese a que el baile de dibujantes, más que variedad, aporta irregularidad al conjunto. Pero el cuarto revela tristemente la fragilidad del mismo con un cierre (abierto para una posible continuación) que le deja a uno pensando aquello de "¿Y tanto bombo para esto?". El principal problema es que la sección que transcurre en el presente se ve muy limitada por los flashbacks, que le escamotean la mayor parte de las páginas, obligando a los Charles a finalizar de cualquier manera (y dejando un cesto de cabos sueltos) la parte de la historia que a priori era la más atractiva. Y tampoco ayuda el que además, llegado el momento de revelar el cacareado misterio de los orígenes de La que no Tiene Nombre,que tanta cábala suscita en álbumes precedentes,este resulte ser de una vulgaridad similar a la del trazo del dibujante encargado de recrearlo (el peor de los cuatro con diferencia).

Una verdadera lástima, porque la faena de muleta era buena, pero al final la espada ha pinchado en hueso, y pedir algo más que una cortés vuelta al ruedo para los Charles y sus colaboradores sería desperdiciar trofeos. "Ella Mahé" queda por tanto como un comic normalito que no irrita tanto por lo que es (se pasa el rato bastante dignamente con él) como por lo que podría haber sido si su conclusión no estuviera muy por debajo de lo que prometía su comienzo.

ACEGE

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